"Lo que quiero son hechos"

Lo prometido es deuda. Empiezo hoy a publicar algunos textos de la II República. Son textos varios, recopilados de discursos políticos, editoriales de diarios, artículos de opinión. ¿Criterio? Poco. Que me gustan, o me interesan, o me parecen reveladores de una época. Espero que los disfrutéis, que os zambulláis en el dramático teatro de la II República, que paladeéis verdadera retórica (a veces seca, como la de Gil Robles o Azaña; a veces florida, como la de Alcalá Zamora; siempre, superior a la de nuestros políticos contemporáneos). Y que aprendamos todos la lección.

Empiezo con dos discursos de Gil Robles. Hoy, el primero. Discurso el 8 de noviembre de 1935, ante las Juventudes de su partido (Acción Popular), cuando la coalición gubernamental de radicales y cedistas se descomponía y las elecciones se veían ya en el horizontes. Gil Robles insistía: su partido estaba dispuesto a comprometerse con la justicia social. Porque un partido católico no tenía otra opción.  

"(...) Ovaciones ya tengo bastantes. Lo que quiero son hechos; lo que deseo es que se nivele el presupuesto para realizar una labor de justicia contributiva de la Sociedad. Es necesario que liberemos a los pobres que no tienen más que miseria. Mientras unos disfrutan de automóviles y tienen lujosos tapices, otros se mueren de hambre. Eso, no puede ser en una sociedad cristiana, y si la sociedad cristiana no lo quiere así es que ha sido dejada de la mano de Dios. Sé que eso quita votos y lastima intereses, pero os digo, que si acción Popular no hubiera servido más que para eso, pido a Dios que se disuelva inmediatamente. Prefiero que digan por una vez, que hay unos cristianos que no llevan esa palabra en los labios, pero que la llevan en el corazón".

(Discurso de Gil Robles ante las JAP, en la sede de Acción Popular, en Diario de Barcelona, 10.11.35, 49)